Ciudad de México. Una noche exquisita se vivió este jueves en el Estadio GNP con el inglés Eric Clapton, quien bajó desde las alturas para llenar de gozo y emotividad a los mortales, con la maestría de su música y guitarra, luego de casi 23 años de ausencia en territorio mexicano.
Slowhand, como lo conocen sus seguidoras, regresó a la Ciudad de México, donde celebró a lo grande 60 años de trayectoria. Apareció en el escenario en punto de las nueve de la noche en medio de una gran ovación. Luego, se dio el lujo de interpretar y revivir las grandes joyas de su repertorio, emotivas y fascinantes.
Con Sunshine of Your Love, su guitarra cautivó a cada uno de los presentes; luego siguió con Key to the Highway, I’m Your Hoochie Coochie Man y Badge. El rock y el blues se hicieron uno. El maestro, con gorra y ropa oscura, reafirmó su genialidad. “Buenas noches”, saludó el legendario artista en español a su emocionada audiencia.
Cuando llegó el momento de Tears in Heaven, que dedicó a su hijo fallecido a los cuatro años de edad, los celulares aparecieron en la multitud. El cantante, con su guitarra en mano y sentado, interpretó la emblemática rola, con la voz de miles unidas a la de Clapton. Down and Out, Running on Faith, Change the world y Golden ring antecedieron a tan emotivo momento en que las almas se fundieron en una sola.